jueves, 9 de septiembre de 2010

El ISLAM

Literalmente, la palabra Islam significa “sumisión” y es la base fundamental de la religión islámica por la cual el creyente acepta someterse a la voluntad de Dios, Alá, creador del mundo, omnipotente y omnisciente. La religión islámica fue fundada por Mahoma en el siglo VII de la era cristiana, y recoge elementos árabes, judíos y cristianos. Los musulmanes consideran a Mahoma el último de una serie de profetas entre los que estuvieron Adán, Abraham, Moisés y Jesús, pero afirman que sólo a Mahoma, sello de los profetas, transmitió Dios su verdadera palabra, plasmada en el Corán, que es el equivalente a la Biblia cristiana. El Islam es a la vez una religión y una ley cuyos preceptos rigen la vida de los creyentes en los ámbitos religioso, social e individual, y a lo largo de la historia fue llevado por los conquistadores y mercaderes árabes para extenderse rápidamente por una inmensa zona geográfica que va desde la India hasta la península ibérica. Hoy se constituye en la religión monoteísta universal más joven del mundo y, en cuanto a número de fieles, tiene unos 1.300 millones, de los cuales una quinta parte son árabes; asimismo, los musulmanes representan una cuarta parte de la población mundial y están repartidos fundamentalmente por un arco de 55 estados que se extienden desde la costa oriental de África hasta Indonesia, el país con la mayor comunidad musulmana; Albania es predominantemente musulmana, igual que Kosovo, la provincia serbia convertida en un protectorado de la OTAN; Bulgaria, Bosnia, Macedonia y Georgia también cuentan con importantes comunidades islámicas; en Francia se calcula que viven unos 4 millones de musulmanes; en Alemania, 3 millones; en Gran Bretaña, 1,7 millones; en España, medio millón, como en Holanda; y en Bélgica, unos 300.000. En Estados Unidos, considerado por el radicalismo islámico como el "gran Satán", se calcula que la población de confesión musulmana se cifra en 10 millones.

A diferencia de otras religiones, el Islam también es una ley, pues ha logrado consolidarse como un estado que organizó una sociedad. Asimismo, Mahoma fue un comerciante respetado casado que levantó un imperio después de su huida a Medina, donde tuvo ocasión de fraguar una comunidad religiosa y política de creyentes que perpetuó al Islam como una religión estado cuya íntima fusión no se vio discutida hasta el siglo XX. Anteriormente, ya bajo el Gobierno de los cuatro primeros Califas sucesores de Mahoma, llamados electivos, y de la dinastía Omeya (661-750), el Islam se extendió con la “guerra santa”. Con la dinastía Abasí, que perduró hasta 1258, el imperio se desmoronó paulatinamente por la formación de diversos estados regidos por dinastías independientes en el norte de África, la península ibérica, Persia y otros dominios. Sin embargo, pese a la división política, no perdió su unidad religiosa, institucional y económica, que la hizo perdurable hasta hoy.

El Islam está basado en cinco pilares, que son el aceptar la shahada o profesión de fe; las oraciones diarias a Dios mirando hacia La Meca; hacer obras de caridad; ayunar durante las horas de luz del Ramadán, un mes de 29 o 30 días del calendario lunar del Islam, que se inicia con la Hégira, la huida de Mahoma a Medina; y el hach o peregrinaje a La Meca al menos una vez en la vida de cada musulmán.

Yihad, “guerra santa”.- La yihad, literalmente “hacer un esfuerzo”, es uno de los conceptos más controvertidos que tiene esta religión, pues acepta la lucha por la fe, aunque lo hace como una disputa interior por la purificación y por la extensión del cumplimiento religioso islámico. No obstante, su defensa en el Corán, les sirve a los sectores más radicales para justificar el uso de la violencia en la liberación de un país musulmán. Tal actitud es contestada dentro de la comunidad moderada, ya que el Corán dice también que Dios es misericordioso.

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